La actividad comienza con una breve explicación teórica sobre cómo moverse bajo el agua, como respirar y las normas de seguridad que hay que tener en cuenta. Una vez preparados, con el equipo puesto y con las normas claras nos vamos al agua. Normalmente, por seguridad la profundidad máxima no será superior a 6 metros.
Una vez estemos bajo el agua, solo tendremos que relajarnos y dejarnos llevar, disfrutando de la sensación de ingravidez y la calma que nos brinda el océano.
Con suerte podremos ver algunas de las especies más características de nuestras islas como son las viejas, el tamboril, el pez trompeta, banco de roncadores, la catalufa y muchos más…